Acuerdo comercial entre EE.UU. y Perú: primera puesta a prueba de las disposiciones renegociadas sobre PI 07/11/2007 by William New, Intellectual Property Watch Leave a Comment Share this:Click to share on Twitter (Opens in new window)Click to share on LinkedIn (Opens in new window)Click to share on Facebook (Opens in new window)Click to email this to a friend (Opens in new window)Click to print (Opens in new window)Por Martin Vaughan para Intellectual Property Watch La Cámara de Representantes de los Estados Unidos se dispone a aprobar esta semana el acuerdo de libre comercio entre los EE.UU. y Perú, en la primera puesta a prueba de la nueva “política comercial bipartidista”, que dio lugar a la renegociación de los acuerdos comerciales con Colombia, Panamá, Perú y Corea del Sur. El tratado con Perú incluye nuevas disposiciones que los congresistas demócratas negociaron con la administración Bush con el propósito de mejorar el acceso a los medicamentos genéricos, suprimiendo algunas de las protecciones a los medicamentos patentados que se habían incluido en los tratados bilaterales de comercio de los EE.UU. establecidos hasta ahora. El Comité de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes aprobó el tratado EE.UU.-Perú por 39 votos a 0 el 31 de octubre, y se espera que la aprobación del acuerdo transcurra sin problemas en la Cámara, aunque no sin la oposición de más demócratas liberales. Según predicen los grupos de presión y los asesores del Congreso, más de la mitad de los representantes demócratas votarán en contra. El tratado comercial se está considerando mediante el procedimiento de “vía rápida”, lo cual quiere decir que no puede modificarse y que debe considerarse dentro de un plazo determinado. Luego de la votación en la Cámara, prevista para el miércoles (7 de noviembre), es muy probable que el Senado apruebe la correspondiente legislación antes de suspender sus sesiones a mediados de diciembre. Las modificaciones a las disposiciones sobre propiedad intelectual no han sido un factor determinante en el debate que ha tenido lugar en la Cámara sobre el tratado bilateral con el Perú, en que los oponentes se han centrado en los derechos laborales y las condiciones económicas en los Estados Unidos. Los líderes demócratas en la Cámara dicen que el acuerdo comercial modificado representa un avance significativo para alentar a los socios comerciales a ceñirse a protecciones laborales y ambientales reconocidas internacionalmente. Los oponentes sostienen que éste es tan sólo uno más de una serie de tratados comerciales que han incidido en el aumento de la pérdida de puestos de trabajo en el sector manufacturero estadounidense, y que no se puede confiar en la administración Bush para hacer cumplir las nuevas disposiciones laborales y ambientales. El tratado bilateral entre EE.UU. y Perú restituye ciertas flexibilidades en materia de salud. Henry Waxman, del Comité de Supervisión y Reforma del Gobierno de la Cámara de Representantes, demócrata de California y frecuente crítico de las políticas comerciales de la administración Bush en lo que se refiere a propiedad intelectual, anunció su apoyo al acuerdo con el Perú a través de una carta dirigida a sus “Queridos Colegas” el 5 de noviembre. “El TLC modificado restituye en gran parte las flexibilidades que se requieren para proteger la salud pública”, escribió Waxman. Negociaciones entre los congresistas demócratas, sus contrapartes republicanas y la administración Bush dieron lugar este verano a un acuerdo sobre un nuevo texto que se añade a los cuatro acuerdos comerciales en los ámbitos del trabajo, el medio ambiente, la inversión y los derechos de propiedad intelectual. Desatendiendo las objeciones de las compañías farmacéuticas que producen medicamentos de marca comercial, la Casa Blanca aprobó las modificaciones en varias áreas clave relacionadas con la protección de productos innovadores. El acuerdo desecha un requisito incluido en anteriores tratados bilaterales de los EE.UU. según el cual se exige a los países compensar, mediante la extensión de las patentes, a los titulares de las mismas por las demoras en el proceso de autorización de comercialización de productos farmacéuticos. N el caso de otros productos, en el acuerdo se establece que Perú “prorrogará” los plazos de las patentes para compensar por esas demoras. Pero en el caso de los fármacos, sólo se menciona que Perú “podría” ofrecer dicha compensación. Se reducen asimismo los requisitos en materia de exclusividad de los datos que, según las compañías que producen medicamentos de marca comercial, les son indispensables para proteger sus derechos de PI en los mercados en los que es difícil obtener patentes o la observancia es deficiente. El acuerdo con Perú mantiene el lenguaje jurídico corriente según el cual este país protegerá los datos sobre pruebas clínicas durante un “periodo razonable” de cinco años a partir del momento en que un producto innovador haya sido introducido en el mercado. Sin embargo, estipula que el periodo de cinco años no deberá superar el plazo de protección de la exclusividad de los datos en los Estados Unidos. Además de esas modificaciones, Perú y Estados Unidos acordaron incorporar en el texto del tratado una carta paralela en la que se establece que nada de lo dispuesto en el acuerdo impide a una de las partes proteger la salud pública, y utilizar las flexibilidades previstas en la Declaración Ministerial de Doha sobre los ADPIC y la Salud Pública. El Acuerdo sobre los ADPIC es el Acuerdo de la Organización Mundial del Comercio sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio. Estas modificaciones también fueron añadidas a los tratados de libre comercio con Colombia y Panamá. No se incluyeron en el acuerdo entre los EE.UU. y Corea del Sur, en reconocimiento a su nivel más avanzado de desarrollo económico. Según funcionarios estadounidenses encargados de las cuestiones comerciales, otras disposiciones fundamentales en materia de propiedad intelectual en el acuerdo incluyen la exigencia al Perú de establecer un sistema de registro en línea para las marcas, y mejorar la observancia en la lucha contra la piratería de los derechos de autor. El Acuerdo incluye igualmente disposiciones en las que se reconocen la biodiversidad y los conocimientos tradicionales, y se establece que las partes procurarán “por todos los medios razonables” reconocer las patentes sobre variedades vegetales. Esto incluye una provisión mediante la cual se evita el retroceso, asegurando que la protección de las variedades vegetales o de los animales, una vez otorgada, deberá mantenerse. La oposición de los fabricantes de medicamentos de marca comercial al nuevo texto sobre patentes ha tenido algunas repercusiones en el Senado, donde dos de los miembros republicanos del Comité de Finanzas señalaron las debilitadas disposiciones sobre propiedad intelectual como una de las razones por las cuales votaron en contra del Acuerdo con el Perú el 21 de septiembre durante la introducción del proyecto. “Quieren que nuestros contribuyentes paguen miles de millones de dólares en investigación innovadora y luego quitárnoslos a cambio de nada,” opinó acerca de los socios comerciales de los EE.UU. Orrin Hatch, Senador republicano por Utah, durante la introducción del proyecto. El Senador Jon Kyl, republicano de Arizona, también votó en contra del Acuerdo. El voto del 21 de septiembre no era vinculante. El voto formal sobre el Perú tuvo lugar el 5 de octubre, cuando el Acuerdo fue aprobado mediante voto de voz. Sin embargo, se espera que el acuerdo con el Perú obtenga fácilmente el apoyo mayoritario del Senado. En cuanto a los acuerdos comerciales con Colombia, Panamá y Corea del Sur, antes del próximo año, como mínimo, no habrá avances en el Congreso. Pero cada uno de estos acuerdos se enfrenta a obstáculos que hacen que no haya certeza en cuanto a la posibilidad de que cualquiera de ellos se apruebe antes de que finalice el mandato de Bush en enero de 2009. Al acuerdo bilateral entre EE.UU. y Colombia se oponen enérgicamente los sindicatos de trabajadores, y al tratado con Corea del Sur se oponen los productores de carne y los fabricantes de automóviles estadounidenses. Mientras tanto, la elección de Pedro González (requerido por la justicia de Estados Unidos por el asesinato de un soldado del ejército estadounidense en 1992) como presidente de la Asamblea Nacional de Panamá ha causado un embrollo diplomático que amenaza la ratificación del acuerdo comercial. Informe de la GAO señala que la política comercial de los EE.UU. afecta la salud pública Mientras tanto, Waxman y el Senador Edgard Kennedy, demócrata de Massachusetts, publicaron la semana pasada un informe elaborado por la Oficina de Contabilidad General (GAO, por sus siglas en inglés Government Accountability Office) que indica que los negociadores comerciales de Estados Unidos han demostrado sólo una flexibilidad limitada respecto a la protección de las patentes sobre medicamentos desde que el Congreso hiciera del “acatamiento de la Declaración de Doha” un objetivo de negociación en la legislación comercial de vía rápida en 2002. “Aparte de hacer concesiones en las disposiciones sobre licencias obligatorias e importaciones paralelas, y decir en cartas paralelas que el capítulo sobre PI no afecta la posibilidad de un país de adoptar las medidas necesarias en materia de salud pública, la Oficina del Representante de Comercio de los Estados Unidos (USTR) no ha modificado los similares requisitos elevados respecto a la protección de la PI en sus TLC”, según concluyó el informe. La GAO encontró asimismo que el debate interno de la administración Bush acerca de las disposiciones sobre PI en los acuerdos de libre comercio no incluye un examen de sus repercusiones en la salud pública. Según afirmó Waxman, “Lamentablemente, en la estrategia comercial de los EE.UU. se le ha dado mayor prioridad a las patentes que a la salud pública” . Una portavoz del USTR considera que el informe de la GAO es “en general, equilibrado y justo”. Añadió que “el USTR sostiene que una protección sólida de los derechos de propiedad intelectual y el apoyo para mejorar el acceso a los medicamentos son objetivos que pueden y deben perseguirse conjuntamente”. Proyecto de ley busca que se premie la innovación médica En una noticia relacionada, Bernie Sanders, Senador independiente de Vermont, presentó el mes pasado un proyecto de ley para remplazar el sistema actual de reconocimiento a la innovación mediante el otorgamiento de derechos exclusivos de comercialización a los titulares de las patentes, por un sistema de premios en efectivo financiados a través de un fondo de 80.000 millones de dólares EE.UU. anuales destinados a la innovación. El proyecto de ley permitiría a la industria de productos genéricos entrar a competir inmediatamente por nuevos medicamentos. Los montos de los premios serían proporcionales al nivel de beneficios generados por una determinada invención, de acuerdo con una evaluación realizada por los gerentes del “Fondo para Premiar la Innovación Médica” (Medical Innovation Prize Fund). 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